Mediante el análisis del crecimiento histórico durante el siglo XX, y con mayor profundidad las dinámicas urbanizadoras más recientes (1984-2013), se proponen proyecciones de crecimiento urbano tendencial e inteligente para 2030 y 2050. El resultado final integra las evaluaciones previas realizadas sobre riesgos y vulnerabilidad, las zonas homogéneas identificadas en función de su morfología y estrato social, así como los patrones de movilidad sostenible para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, entre otros.